Amnesia (II)
-"Apenas van noventainueve".
El anciano lo miró con picardía.
-"Tal vez el beso cien está hecho para vivirse y no para contarse. ¿Sabes manejar?".
-"Yo creo que mejor le decimos a mi tía si nos da permiso".
-"Yo ya no soy problema de tu tía".
Toma su sombrero.
-"Me llevas o me voy caminando".
-"¿En qué coche?".
El anciano le mostró unas llaves.
-"No me digas que es la carcacha de la esquina, no creo que encienda".
-"Sí enciende. Le queda un viaje. No necesito más . . . Llévate el cuaderno".
Al otro lado de la calle un muchacho con cámara al cuello compra "El beso" de Rodin.
-"Te advierto que apenas sé manejar".
-"Te advierto que no me importa".
Un hombre de fachada triste maneja detrás de ellos. Llueve. Una mujer misteriosamente masculina apura el paso delante de su auto.
Un niño le extiende un caleidoscopio a una muchacha que usa una luna en el cuello. Bajo la lluvia una pareja se despide.
-"¿Alguno de los besos es cierto?".
-"Muchacho, algún día entenderás que todos los besos del mundo caben en uno sólo".
En una barda se lee "... es una ecuación de complicidades".
-"Para, aquí es. Dame el cuaderno".
Una mujer sale a su encuentro.
El anciano le muestra las hojas.
-"Aquí estoy . . . prometí entregarte el libro".
Sonríen.
-"Necesitaría mil besos para entrar en tu vida . . .".
-"Pero a ti te bastaría uno para arrebatarme la mía".
La lluvia ha cesado. Las gotas regalan minúsculos universos en el jardín renaciente.
El muchacho mira al cielo...piensa...
¿Hace cuánto que no besas y sonríes?.
¿Qué canción toca en tu mente cuando besas?.
¿A qué sabe un beso robado?.
¿En qué labios se posará tu próximo beso?.
CIEN BESOS.
FIN
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